ARABELLA SALAVERRY
(Costa Rica)
FRUTAL
Nací en el trópico soy frutal sin
estaciones
Me averano a pura voluntad de mis sentidos.
El cuerpo se me llena con olor a mandarina.
Presiento en cada pecho un sabor distinto:
el derecho es maracuyá
y el izquierdo
un leve recuerdo a carambola
en los brazos y sobre todo en las axilas
se me refugia un aroma a mango trasnochado.
En la curva de las nalgas queda un resabio
a guanábana madura.
La papaya se me afinca en la redonda
suavidad del vientre.
Por los muslos me sube presurosa la
presencia indiscutida del caimito
y remata en el punto exacto de mi sexo
donde presiento que convergen todos los
sabores
Pero es solo en los atardeceres de mar
con el sonido de las caracolas
donde recobro la fiesta frutal de mi
presencia.
NO SÉ
No sé si a vos te pasa
No sé si aprendiste de tanto silenciarte
a dejar que tu pobre piel hablase
No sé si a vos te pasa
que la piel de pronto llore incierta en su
dolor
sin saber si va o si viene
enredada en el espanto de la ausencia
No sé si a vos te pasa
que la piel se brote de puro y desnudo
dolor
que te hable con palabras
que se llene de sigilosas cicatrices
llore por heridas
grite en el espanto de su pena
y te revuelque en la sinrazón
de lo sentido
No sé si a vos te pasa….
AGUA
Hoy amanecí en dos por cuatro
Esa fue mi cadencia
El agua me encendió la piel
la llenó de rítmicos rumores
Música subiendo desde la humedad
trepando por mis muslos
arriba
un poco más arriba
hasta aposentarse
ruborosa
en el nido inconforme de mi pubis
El agua marcó el compás
cayó por la línea de la espalda
sincopada
anegó la cóncava geometría
de mis nalgas
Bajó por la mansedumbre
de mis piernas
y se juntó, presurosa
en el charco en donde descansan mis pies
inmersos en un ritmo repetido
El agua, el agua
el agua se humedeció en mi lengua
reptó por mi cara
bajó por el cuello
acarició la presencia redonda de los senos
me traspasó con notas de aguacero
me hizo palpitar álgida
rememoró los ardores de tu savia
El agua, insistente, música, tango
el agua se acomodó en mis pétalos
se perdió en los pliegues de la vulva
anegó la tímida presencia de mi clítoris
Y la sentí, desde esta soledad de mandarina
hirviente en mí
agua
el agua sustituta de tu esencia
Antología EROTICA
TIERRA
En la tierra
queda desparramada
la osadía de mi cuerpo
No conoce el violento tambor
de mi deseo
Yerma la tierra
Desbocada
como yegua nocturna
la recorro
Ya los frutos murieron
Queda solo el compás frenético
pulso de las cosas
latiendo en mi costado
Y ese tambor violento del deseo
palpita
deja
su impronta
en la piel de los veranos
en la presencia redonda de los frutos
-ahora marchitos-
último regalo de la tierra
ALLÍ ESTÁN
Esperándonos
En los 13.700 millones de años
que es la supuesta edad del Universo
En alguno de esos recodos
en algún delta, alguna curvatura
algún resquicio
de los muchos que el tiempo propone para su
estadía
Tal vez desde el momento
en que el universo se hizo transparente
y fue solamente una niebla enorme
o antes de que el hielo o el fuego los
acune
En alguna hendidura
Yo lo sé
Los he visto mirándome desde su acongojado
nicho
Los he visto a la espera
Los he visto esperándonos
Porque no pueden haberse simplemente
borrado
Allí están nuestros muertos esperándonos
Un poema frutal , cono olores, con sabores.
ResponderEliminarEspléndidos poemas en donde hay momentos que se rozan la vida y la muerte! Me encantaron , te digo hermana , me faltan palabras . Abrazo.
Que derroche de placer en tus palabras, el agua que te colma y retrocede y sustituye por un instante el insondable muro de la ausencia...un placer a los sentidos y una nostalgia pegajosa.
ResponderEliminarBella esquina para detenerse tu poesía.
Un abrazo.
Gracias, amigas, por detenerse en mi palabra y comentarla!
ResponderEliminarAbrazo, y mi cariño
Me encanta poeta, esa manera de decir... de la cotidiana vivencia que se intensifica en el presente y que la poesía confiesa impunemente en tus versos... Bravo Arabella!
ResponderEliminar